ASÍ ANDA LA QUIMERA

Yo no se cuanto tiempo puede durar un capricho pero si lo que siento por ti es un capricho, entonces debo estar rompiendo algún record mundial.

A veces cuando pienso en ti, no te voy a decir que te pienso todos los días, porque de ser así mi vida se habría estancado en la melancolía de tu recuerdo.

Pero en aquellos momentos en los que tu ser se aparece en mi vida, mi alma se encoge y mi cuerpo se siente como si un hoyo negro lo estuviera absorbiendo desde su interior, es en ese momento cuando mis lagrimas comienzan a salir de mis ojos sin mi permiso, como si te pertenecieran, y se abalanzan sobre mis mejillas sin control como buscando la forma de llegar hacia ti.

Tal vez mis lagrimas son las únicas capaces de hacerlo, de buscarte, el resto de mi hace ya bastante tiempo perdió la fe y tomo la decisión de alejarse de ti.

Escribo esto, debido a que anoche apareciste en mis sueños, y aunque mientras estoy despierto lucho contra ti y logro acallar tu recuerdo y distraerme de ti, en los dominios de Morfeo es él quien manda.

No se si son mis miles de deseos reprimidos de hablar contigo los que te han traído a mis sueños, lo que si se es que todavía estas en mi.

No se si tengo miedo de conocerte de nuevo, de encontrarte y saber que has cambiado, miedo a que se vuelvan realidad las cosas que me he inventado sobre ti para sacarte de mi mente, aunque solo de ella, porque en mi corazón habitaras por siempre.

Aunque no lo creas te he querido por siempre, te quiero ahora y siempre te querré, al menos a tu recuerdo, a esa hermosa quimera